martes, 16 de octubre de 2012

Moscas





Hay un trozo de carne sobre la mesa
Cubierto de moscas, moscas luchan por vivir del plato
Se van enredando al aire en la cocina
Mutan, vuelven en estambre negro de membranas doradas
Devoran, gimen espumosas, cantan un himno grotesco de alas supersónicas

En la punta del lóbulo anidan, se comprimen
Entre los huecos del costillar, donde el corazón se oculta a ratos
Incuban zumbantes camadas de tinta semoviente
Llenan la cuenca del lavabo, el lavabo del ojo
El paladar del perro ladra moscas, surcan sus fauces, las rellenan
Le ahogan la lengua que sabe a sangre licuada de sus vientres negruzcos
Y en mis labios, silenciosos, empapados de mosca, ya no de vodka, ya no de cordura

Se dispersan en pares, triadas,
Olas, cardúmenes,
Charcos, pinceladas  
Devoran la costra que mana pus al codo
Le arrancan los pocos pedazos de cerumen, de costra que le quedan al niño
Niño terrible, niño estúpidamente muerto sin madre ni piel
Pedazo de nada que hace por arrastrarse hacia mi cama
Monton de huesos que las moscas pintan de negro.

Y la carne en la mesa es ya un manojo blancuzco de larvas temblorosas
Rápidamente me incorporo
Carajo… ¿ya es martes?
Habrá que salir a comprar más carne.






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