jueves, 31 de enero de 2013

Justicia Poetica



Dicen que se ha de hacer justicia
que el pesado fardo de quererte con afán loco y necio
un día me será removido de los ojos y extirpado del vientre sin dolor
que del corazón agitado me brotará a chorros la soledad

Que es justo y necesario que tu me ames
que tras el esfuerzo de escribirte versos
de decirte en mil voces que tu ser silencioso y delgado ha inundado mi alma
tus brazos habrían de invadir mi espalda y tus labios de quemar mi rostro
y conquistar las ruinas agrietadas de mi boca

Que es menester mi voz carrasposa, la tinta de mis letras mediocres
el incorregible y apático que soy yo; que viva en tu mente y tu razón
que no has de olvidarme, y en tus anhelos me sientas distinto
cual poeta de ti, musa, cual tu luciérnaga y yo fuego
destinados a encontrarnos una noche
y arder junto a la vida de estos cuerpos.

¿Qué es justicia? ¿Que son esas estúpidas pretensiones que no han de ser jamás?
a la orilla de una mesa, te escribo estas letras a solas,
no me besas o abrazas, ni te envuelves en mi pecho como un latido
no vivo en tu mente, y el eco de mi voz no acaricia tus oídos
ni ves a tu lado mi sombra cuando estas palabras tocan a la puerta de tu iris
el viento de la indiferencia me arrulla una vez más el sentimiento
y no eres musa, y mis manos no acarician sino el viento de media tarde con el cuchillo en mi dedo
y nadie ha de detener el mundo para que yo te pueda seguir mirando
no ardemos juntos...
pero a las tres de la tarde un vaso de whisky me quema las entrañas
justicia, justicia poética.


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